miércoles, 13 de octubre de 2010

Los espiritus sensibles


Mirar es una posibilidad, ver es una capacidad, comprender una virtud, la empatia un milagro. 
Los espíritus sensibles no fueron creados para vivir en este mundo. Ellos deben transitar su camino como sorteando obstáculos demasiado grandes.
Al mismo tiempo tienen la fortuna de sentir como nadie, de lograr una intensidad asombrosa a cada instante llegando a la profundidad de la esencia, ya lo decía el Negro Dolina en sus Crónicas del barrio de Flores con su Ángel Gris.
 A un espíritu sensible le gusta soñar con los ojos abiertos de par en par, igualito a ventanas frente a un campo de lavandas bañado por el sol. Es mas, le resulta complicadísimo no hacerlo! Ante cada señal (aunque esta idea haya sido concebida solamente en su cabeza sin motivo real) se les da por creer, por ilusionarse. Son seres de ilusión fácil, eterna y desilusión constante ... porque no saben como es eso de vivir a medias, eso nunca les sucederá.

Les resulta fascinante imaginar la vida como un caleidoscopio movedizo donde no hay repeticiones pero si certezas: para ellos la vida multicolor, un lugar donde todas las formas son posibles.
 Adoran el abrazo grande, ser "abrazoso" les parece irresistible! 
Prueban la vida saboreando desde el comienzo al fin cada bocado, mastican y degluten con la misma paciencia de un catador. 
Aman los besos “robados”, los besos “sorprendidos”, los besos profundos. 
Pueden vibrar de emoción ante el sonido de la risa o llorar con tristeza profunda ante el dolor ajeno, porque no conciben la maldad como opción, no pueden con eso ...es que no tienen la habilidad de negar la realidad, de ver solo una parte o mirar hacia otro lado porque viven la vida tan de cerca, tan verdadera, tan cruel, tan VIDA que cada estimulo les toca de alguna forma.

Es complicado este mundo ante sus ojos y corazones ... Como encajar en este planeta? imposible ... para ellos existe solamente un lugar, especial, diminuto, un universo que es posible solo en la profundidad del corazón, un lugarcito tibio donde refugiarse del mundanal ruido, del caos espeluznante que invade cuando algo los desilusiona o los toca por demas al intentar asomar la nariz.

Allí pueden SER sin miedo, mostrarse amplios, absolutos, reales, congruentes con su sentimiento y acción, luminosos.

Cada vez que un espíritu sensible es lastimado o se siente vulnerable necesita silencio y volver a su fuente, no tiene otra opción.

1 comentario:

Dot dijo...

Me encanto!

D.